Una investigación de Azti confirma que la alimentación con posos de esta bebida reduce en un 20% las emisiones bovinas de metano.
Cada hogar de España consume anualmente 83,3 kilos de café al año. En Álava, la tradición cafetera se masca a pie de calle, con marcas asentadas en Vitoria como referentes de la infusión favorita de los ciudadanos. A esa dieta ahora podría sumarse el ganado alavés. En un territorio donde el sector primario aporta más del 2% del PIB, el centro tecnológico Azti ha completado un proyecto de investigación con el que ha demostrado que las vacas pueden incorporar los posos de café a su dieta porque reduce las emisiones de metano e incluso aporta beneficios a su alimentación.
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